Crudo e intenso descenso a los infiernos de la guerra defendiendo un potente mensaje anti belicista. Muy buena película, basada en una asombrosa historia real.
Desmond Doss es un joven que tras sufrir una dura infancia se alista en el ejército para combatir en la Segunda Guerra Mundial, pero con una peculiaridad: su único objetivo es ser médico, se niega rotundamente a tocar un arma.
Me sorprende que esta asombrosa historia no hubiera sido llevada antes a la gran pantalla. Una historia con un arrollador mensaje pacifista, aunque parezca contradictorio al ser precisamente una historia que gira entorno a una cruenta batalla.
Se podría decir que hay dos películas diferentes y perfectamente marcadas (e integradas entre sí) dentro de 'Hasta el último hombre' ('Hacksaw Ridge'). Una primera calmada, más cotidiana, donde se ve la historia de Desmond, su (no fácil) infancia, su primer amor... Y una segunda que comienza con la llegada a Okinawa, donde se produce el brutal choque de realidad y dureza, la guerra en sí, cuyo contraste con lo anteriormente visto es un verdadero shock.
La primera vez que pisan ese acantilado y comienza la batalla es imposible no sobrecogerse en el asiento. La potencia y dureza de las imágenes, mezclada con el ruido de las explosiones y el choque con esa calmada primera parte es apabullante.
Y es que una de las mejores cosas del cine de Mel Gibson es que no se corta en mostrar la realidad. Igual que en 'La pasión de Cristo' mostraba la crudeza de lo que significa una crucifixión, aquí no evita mostrar los horrores que se viven en la guerra. Hay muchos disparos, muchas explosiones, mucha sangre y muchas vísceras (y hay que decirlo: todo realmente bien dirigido).
Aun así, en este caso la guerra es sólo el duro escenario donde se desarrolla la historia de Desmond, cuyas convicciones, principios y fe (más allá de la religión que sea) son el verdadero protagonista de esta película (y creo que Andrew Garfield está muy muy bien en su papel representando todo lo anteriormente dicho).
Los valores de personaje protagonista, su negativa a quitar una vida (ni siquiera a tocar un arma) junto con la crudeza de su parte bélica, hace que el mensaje sea arrollador. Una película bélica que consigue que odies aún más si cabe la guerra.
Muy buena historia. Muy buena película.
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